viernes, 23 de noviembre de 2012

Dos autores nacionales y dos consecuencias totales

A pesar de que el tema del caso de prostitución ya se conoció como del viernes, ahora me doy el tiempo de escribir con respecto a esto, y que mejor que hacerlo con dos casos de autores nacionales que en este año han sufrido distintos destinos.
De la página http://generacionmampato.blogspot.com/ el día 5 de septiembre publicaba Epilachu esta imagen (que saqué por la Url) y que me sirve para esta metáfora de que el gran Themo Lobos se encuentra en el cielo y será recordado por muchas personas por su gran trabajo y profesionalidad, ilustrando miles de páginas con mucha calidad y detalles preciosos; y por esto Mampato, entre una gama de increíbles y maravillosos personajes, se ganó el cielo gracias a este tremendo autor chileno.
Por otro lado... tenemos esto. Muchos han sacado con el dolor de su corazón a Guido Vallejos de sus favoritos, otros han llegado a quemar sus valiosos ejemplares de Barrabases, quizás algunos números tan viejos como sus abuelos,  muchos ahora odian Barrabases y lo consideran como una obra maligna y oscura que nunca nadie más deberá leer; y por eso es que Pirulete y su equipo se ganaron el infierno por culpa de las conductas de un autor que llevaba más de 50 años desde que hizo el primer número de Barrabases, por lo que tengo entendido.

A pesar de los chamuyos o verdades que diga el abogado de Vallejos, lo hecho, hecho está, y sin importar la gravedad del crimen o la intimación que haya o no tenido con menores, la imagen ya quedó dañada y su obra quedó manchada por una conducta reprochable porque delito es, aunque se saque los pillos por enfermedad, demencia senil, invalidez o lo que sea como tal viejo militar que hueveó como 25 años en el país.

Yo creo que así como Magnificómics publicaba esto de Frank Miller, que su postura es bastante reprochable y todo eso; la genialidad que tuvo Guido Vallejos al crear las historias de Barrabases no lo vamos a poder negar, y siguen siendo, al menos para mi, un objeto de culto y de tradición del cómic chileno. No estoy defendiendo al autor, sino que a la obra, y así como Condorito ha trascendido sin Pepo a su cargo,  Barrabases puede trascender sin que su autor meta las narices y seguirá siendo una historia admirable, aunque cargue con la mochila de inmoralidad de su autor. Y ya le pegó al guatón (no el del cómic) republicando algunas historias con Unlimited, así que, bueno, si aún así quieren quemar o botar los ejemplares que tienen, yo los podría guardar bien, como cachurero-coleccionista de cómics que soy.

Ni siquiera Sam se ataja el tremendo autogolazo que hizo este hueón...

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